Ley de la correspondencia.
La forma de vivir se corresponde con el estado mental. Observa qué ocurre cuando te sientes con una actitud mental positiva, cuando confías en ti. Mira alrededor, en esos momentos, a tu familia o la gente que te rodea.
Haz lo mismo cuando sientes frustración o insatisfacción. Entonces tu casa, tu lugar de trabajo e incluso tus relaciones reflejarán el desorden y confusión que te invade. En cualquier parte puedes percibir los efectos de esta ley de correspondencia. Porque la vida “corresponde” a cada persona con lo que ella tiene dentro en cada momento.