Tu nueva identidad.
Cuando vas al teatro, observas la obra y no se te ocurre interrumpir, ni decir a los personajes cómo han de actuar. Eres parte del público espectador. Observas quien aparece y quien desaparece, en todas las escenas.
Desde el silencio y la quietud interior puedes conectar con ese espectador que eres. Quien está observando, desde el patio de butacas, la función de los personajes. Estos son: pensamientos, emociones, temores, deseos, acciones.
Descubrir tu nueva identidad está en esa observación.