Déjate sorprender.
Día 13
“Imagina a dos astronautas que viajan a la Luna y, cuando están ahí, su nave tiene un accidente que les impide regresar. Sólo les queda oxígeno para un par de días y no hay esperanza de que, desde la Tierra, llegue alguien a rescatarles. Sólo les quedan dos días de vida. Si en tal caso les preguntases: “¿Cuál es tu deseo más profundo?”, ellos responderían: “Volver a casa y caminar de nuevo por nuestro hermoso planeta”. Con eso les bastaría. No querrían nada más. No les interesaría entonces ser directores de una gran empresa, celebridades ni presidentes. Sólo querrían estar aquí, caminando por la Tierra, disfrutando de cada paso, escuchando los sonidos de la naturaleza y sosteniendo la mano de su ser querido en un paseo a la luz de la luna. Deberíamos vivir cada día como personas que acaban de ser rescatadas de una muerte segura.”Esto que Thich Nhat Hanh describe y propone en uno de sus libros, “Vivir en el presente para superar nuestros temores”, es realmente así. Cada nuevo día, es una concesión hacia algo inevitable, es un regalo. Un regalo para mirar con aprecio y desde el asombro.
No podemos vivir en la sorpresa permanente, sin embargo nuestra salud mental y nuestra conexión esencial depende, en gran medida, de crear un tiempo diario para vaciarnos de certezas y cultivar la sorpresa y el asombro.
El principio de la sabiduría es la curiosidad, la admiración. Prestar Atención para querer saber más, para cultivar el detalle y es ahí, donde otro conocimiento, otra comprensión, otra sabiduría se abre paso en nosotros.
Déjate sorprender por lo que te rodea, en esta jornada. Vive todo con una recuperada sorpresa infantil. Descubre las cosas extraordinarias que tiene el día a día.
Tu rostro en el espejo, tu pelo, tu cuerpo, aprecia lo que ves. Reconoce como un regalo lo que tienes cerca, lo que tocas. Puede ser una coliflor, una barra de pan o la bolsa de basura. Descubre a los demás, lo que dicen, cómo lo dicen. Descubre el óleo de este día. Abraza todo con humildad…durante unos instantes, al menos.
Puedes abandonar las pantallas para mirar la vida a los ojos. Utiliza esta experiencia como salvavidas para poder volver a lo cotidiano como si fuera un mar de misterio. La vida lo es.
Cosas extraordinarias se visten con el uniforme de lo habitual. Descúbrelas.
Lili dice
Hoy me cambio los anteojos para ver lo
Nuevo….
Un nido ..una rama nueva…
Generosa Lombardero dice
Hola Lili. Hay que ponerse las gafas de ver la vida, desde la intención. Esas gafas las llevamos en la infancia. Así que sabemos cómo se ponen. Un saludo cordial.