Sinceridad y palabras
Día 31
Hoy comenzamos con una historia:
Un Sultán soñó que había perdido todos sus dientes. Al despertar, mandó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.
– ¡Qué desgracia, mi Señor! -dijo el sabio-… Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad…
– ¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí! ¡Castigadle! – gritó el Sultán enfurecido.
Más tarde, el Sultán envió a llamar a otra persona sabia, pues no estaba tranquilo con el dichoso sueño. En este caso, la mujer era erudita y además prudente. La sabia, después de escuchar al Sultán con atención plena, le dijo de forma sensata:
– Excelso Señor, ¡Gran felicidad os ha sido reservada! El sueño significa que sobrevivirás a todos tus parientes…
El semblante del Sultán se iluminó con una gran sonrisa y ordenó que entregaran cien monedas de oro a la docta mujer.
Cuando ésta salía de Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
– ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho del sueño del Sultán es la misma que hizo el otro sabio ¡No entiendo porqué al primero se le pagó con un castigo ejemplar y a ti con cien monedas de oro!
El mujer, sonriendo, respondió:
– Amigo mío, todo depende de la forma en la que se dice. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra…
La verdad se compara con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir profundamente. Pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.
***
En tu jornada de hoy deja que se despliegue el mensaje particular, que tiene para ti esta historia.
Puedes compartirla con otras personas, para que el aprendizaje sea más consciente.
¿Te sugiere algún cambio?
Pon en práctica, con algún gesto cotidiano, lo nuevo que aparece en ti.
Comparte los descubrimientos con otras personas o con tu libreta amiga. Es testigo de tu honestidad.
Carmen dice
Hola Geni. Es increíble como dos mensajes iguales se pueden intrepetrar de diferente manera. Los dos fueron sinceros pero claro, si la sabía envuelve el mensaje con palabras como, felicidad y sobrevivirás, el lo recibe hasta como con alegria.
Y que a veces según con quién estés tratando, se tiene que medir las palabras o envolver el mensaje para que se encaje mejor.
Un abrazo.
Generosa Lombardero dice
Hola Carmen. La importancia del envoltorio, ¿verdad?. Ser consciente de ello, hace que prestemos más atención a la hora de usar las palabras. Esto es un aprendizaje, es «tomar consciencia» para que la «conciencia» se amplíe. Un abrazo desde ahí. Muchas gracias por tus comentarios.