Todo en ti es adecuado
Día 34
Si observas detenidamente un hormiguero, o cualquier otra estructura similar, y su funcionamiento puedes observar que cada unidad está al servicio del todo. Los cadáveres, desechos y basuras sirven de nuevo alimento. Hay un ciclo vital que renueva y reutiliza para seguir generando vida.
En cada uno de nosotros ocurre lo mismo. Todo sirve para algo. ¿Pero qué ocurre con nuestras basuras y desechos? ¿Qué sucede con eso que no nos resulta agradable: dolor, rabia, tristeza, rencor, miedo…?
Queremos echarlo fuera. A veces anestesiándonos de múltiples maneras, o viendo lo que queremos silenciar en otras personas o dejando la porquería ahí aparcada, como basura hacia la que no se mira pero fermenta, transformando el dolor en rabia o el enfado en depresión. Por supuesto todo ello termina por afectarnos de una u otra manera; al cuerpo, generalmente.
Somos un hormiguero que no sabe recuperar, reutilizar, ni reciclar. Todo lo que hay en nosotros tiene derecho a ser porque, de hecho, ya está. Si sentimos eso, es que está ahí. Darle el aprecio y el uso que merece, como en un hormiguero eficaz , requiere aprendizaje y sensatez.
Acoger todo lo que en nosotros hay, significa ver el hormiguero entero. Tanto lo agradable como lo que no lo es, tienen su función, su ciclo y su misión. Lo que usamos, permitimos y aceptamos se disuelve o se transforma sabiamente.
El caso es pararse a sentir. Sentir eso que nos incomoda porque si sentimos, aún sin actuar, esa energía va difuminándose. Me gusta poner el ejemplo de la vergüenza porque es muy clarificador. Cuando notamos que el rubor está apareciendo en las mejillas, si tratamos de resistirnos, si queremos detenerlo, ese rojo toma el control de toda nuestra cara, hasta la punta de las orejas. En cambio cuando sentimos el sonrojo inicial, permitiendo que su curva vital se cumpla, la sensación se acorta y es menos intensa. Solo hemos sentido, no hemos realizado acción.
En el día de hoy trata de sentir lo que surge para identificar lo qué es y cómo lo vives.
Observa:
¿Qué estrategias usa tu mente para no encontrarse ante lo desagradable de la emoción o sensación?
¿Qué personajes, disimulos o caretas enmascaran esos sentimientos?
Tal vez no querer ver el dolor crea un personaje que está siempre feliz y practica el chiste continuo. Puede que la sensibilidad genere una máscara de dureza y agresividad como defensa. Quizá alguna careta de persona buena esconda un gran miedo a mostrar un gran enfado escondido.
Siente y reconócete. Es información para ti. Practica la honestidad contigo.
Recuerda que puedes compartir tus descubrimientos en tu libreta amiga.

Hola Geni. Bueno, yo como algo o alguien me haga sentir mal o me dañen, mis sentimientos afloran como un volcan cuando entra en erupción. En principio lloro mucho, mucho para desahogarme interiormente, es como si me limpiera por dentro y luego lo hablo, siempre tengo a alguien que escucha y si no, lo planto sobre papel. Eso me tranquiliza mucho. Ahora también te digo, si la persona me es indiferente o alguna otra situación, no le doy ni pizca de importancia, simplemente no me afecta, ni siquiera gasto un poco de mi buena energia.
Te cuento algo?
Ayer fue el cumple de Naza y después de tantos años lo celebramos los tres juntos. Huvo hasta tarta, velas, deseo y cantamos. Fluia el amor y el cariño.
Perdona por el inciso. Un beso.
Hola Carmen. Sentir es la respuesta y todo lo que nace de nosotros es adecuado. Tanto la tristeza como la rabia o la ira. Ocurre que al ponerle una etiqueta de bueno o malo, estamos condicionando el sentir. Así nos apegamos al placer y tratamos de rechazar las emociones que nos contraen. Cuando sentimos, sin rechazar, no hay reacción sino que la respuesta va dirigida hacia nuestro beneficio. Pongo un ejemplo: Alguien me insulta y yo puedo sentir enfado. Entonces identifico la sensación, la emoción, dónde la siento y me conecto con ella. Cuando «estoy presente» en la emoción es imposible que lo esté en la reacción (dar una bofetada, por ejemplo). Y ese sentir consciente se transforma en una respuesta adecuada para mí (contestar o no contestar, poner una demanda, dar media vuelta…la que crea en ese momento.) En ese sentir, está muy relacionado con el expresar (quitar presión de dentro), sin embargo hay que matizar. Lo comentaré esta tarde en la reunión virtual. Gracias por tu comentario.
Felicidades a Nazareth. Un cariñoso abrazo para ella y toda la familia.
Hola, este reto lo suelo hacer a menudo, y me di cuenta que cuando alguien me lleva la contraria, aunque sea en una conversación sin importancia, siento irá y frustración desmesuradas. Y en vez de divertirme y relajarme, me tomo demasiado en serio cosas canales… Creo que viene de niña, es como que me siento atacada y me pongo a la defensiva. Y no sé cómo hacer para cambiar esa relación. Me gustaría relajarme y reír más! Gracias! Abrazo!
Hola Flor. Pues ahí está el reto, encajar eso, como si de la recepción de un balón se tratara. Desde tu observación, siente las sensaciones y respíralas sin resistirte a ellas. Déjalas que aparezcan sin que te arrastren, notarás como van desapareciendo porque cumplen con su ciclo vital. Con la práctica y cada nueva situación de crítica o contrariedad…llega la relajación y muchas veces la risa de nuestro propio personaje ofendido. Muchas gracias por tu comentario. Un saludo cordial.