Desafío
Día 36
CUENTO: El desafío
Dicen que en una época muy lejana, la Diosa Vida solía pasear por la tierra con cercanía hacia cuantos la habitaban. Se cuenta que un día un campesino fue a verla y le dijo:
– Mira Diosa, tú puedes haber creado el mundo, pero hay algo que tengo que decirte. Está claro que no eres campesino y no tienes ni idea de agricultura ¡Tienes muchas cosas que aprender de esto!
– ¿Y…cuál es tu consejo?, respondió ella.
– Dame un año- le dijo el campesino- y déjame tomar las decisiones a mí y te garantizo que en ese tiempo la pobreza dejará de existir.
La Vida aceptó, y le concedió al campesino un año.
Naturalmente el campesino pidió lo mejor, y sólo lo mejor: Ni tormentas, ni ventoleras, ni peligro alguno para el grano. Todo confortable y cómodo. El campesino era muy feliz. El trigo, aquel año, creció muy alto, como nunca se recordaba. Cuando quería sol, hacía sol. Cuando quería agua, llovía tanto como hiciera falta… Así que el campesino volvió a ver a la diosa Vida, y le dijo:
– Mira el grano. Tendremos tanto, que si la gente no trabaja en diez años, no pasará nada. ¡Habría de sobra para todos y aún quedaría lo suficiente!
Sin embargo, en el momento en el que fue a cosechar el trigo, el campesino observó que los granos, aparentemente grandes y hermosos, estaban vacíos. Entonces, muy sorprendido, le preguntó a la Vida:
– ¿Qué ha pasado? ¿Qué error he cometido?
– Como no hubo dificultades – dijo La Vida – no hubo impedimento, desafío, ni fricción. Como tú evitaste todo lo que creías malo, el trigo se volvió impotente. Crecer a través de obstáculos es imprescindible para extraer lo bueno. Las tormentas, los truenos y los relámpagos, son sucesos necesarios porque sacuden el alma del trigo y le hacen crecer fértil y fuerte.
***
En el día de hoy la propuesta es hacer un Stop. Una pausa mental usando las letras de la palabra.
STOP. Detente y…
Sintoniza con el mensaje de esta historia. Conecta con el mensaje particularmente dirigido a ti.
Tomate tiempo para recordarlo. Deja que la historia y su mensaje te acompañen. Puedes compartirlo para saborearlo.
Observa que aspectos tienen que ver con tu vida. Te invita a cambios, a nuevos caminos, a retos, a ampliar horizontes?
Pon en práctica con algún pequeño detalle o gesto lo que te sugiere. Algo de tu día a día. Tal vez en tu vida familiar, social, laboral o en cualquiera de tus relaciones.
Aprecia tus descubrimientos.
Carmen dice
Hola Geni. Pienso que nadie es más que nadie y menos ante la vida. Creo que ahí entra la prepotencia, la avaricia y frustración. En algun momento de la vida somos así, por muy inteligentes y buenos en lo que hacemos también nos podemos equivocar. Lo importante es reconocer nuestros herrores y si es preciso hasta pedir perdón. Perdonarse por ser así y cambiar el chip para no volver a caer en lo mismo. Por otro lado entra la paciencia. La vida nos da cosas buenas, solo hay que sembrar con mucho amor y con un poco de paciencia recogeremos buena cosecha. Un abrazo y un muaks.
Generosa Lombardero dice
Recojo: reconocer, perdonarse, paciencia. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo Carmen.
Rafaeli Mármol R. dice
El pensar que todo puede lograrse sin esfuerzo es un error que cometen muchísimas personas. El facilismo es una tragedia, nos hace seres insensibles, inhumanos y frágiles.
El esfuerzo y dedicación al hacer algo, para que salga bien, es lo que nos forja como hombres de bien.
Generosa Lombardero dice
Hola Rafaeli. Sí, es una historia bastante útil para hacer ver que todo sirve para algo. Lo que ocurre en la vida nos forma y nos conforma. Es una historia que sirve a la hora de educar porque siempre queremos evitarles a otros, la parte difícil, sin embargo aprendemos a caminar con alguna caída. Muchas gracias por tu comentario.