Práctica
Generalmente no escuchamos para comprender sino para contestar. “Te aconsejo que…”, “Pues a mí…”, “No te preocupes por…”, “Si yo fuera tú…”, “Ya veras como…”
El silencio, nuestro silencio atento ante esa persona, le está animando a ir, sin censuras, un poco más allá de las palabras que tanto se repiten. Le estamos mostrando la importancia de su ser. “Eres importante, lo que dices lo es”. “Te dedico tiempo y atención porque lo mereces”
Regalo, islas de tiempo y silencio, en esta unidad. Te invito a entrar.